EL DEBATE NECESARIO

Esta página está destinada al debate acerca de la Extensión Universitaria como función integral e integradora. Al respecto se reciben contribuciones y sugerencias...  



En la retrospectiva de esta página hemos planteado un debate epistemológico acerca de la Extensión Universitaria. Retomamos este debate para invitar a los lectores a revisar lo que hemos publicado acerca de la curricularización y la territorialización de la extensión: Las dos grandes líneas  que definen el quehacer extensionista. De manera insistente, se plantea la presencia de la Universidad en las comunidades como un locus de acción, sin embargo hay que profundizar esa presencia desde la perspectiva de los territorios, para dar un giro a a los procesos globales de inclusión y desarrollo local, donde el conocimiento es un flujo de vivencias y experiencias que permea la investigación y las prácticas educativas. Por eso una de las cartas de presentación de la Extensión es el currículum.   

Teresita Pérez

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Esta abierto el debate para reflexionar acerca de:  ¿Extensión Universitaria, Cultura o Servicio Comunitario?.  Encuentro o desencuentro.

TRES UNIVERSIDADES OPINAN : UPEL, ULA y UNA

Extensión como función social

Si partimos de la premisa que la extensión universitaria es una función social, esto quiere decir que no puede haber diferencias ni prioridades entre la extensión propiamente dicha, con la cultura, el deporte, la academia, el servicio comunitario, los centros de documentación así como con los programas especiales que cada universidad establece en función de sus especifidades.

Ninguna institución universitaria venezolana puede cejar en su empeño por lograr que la extensión sea considerada a la par de las otras funciones académicas de docencia de pre y postgrado y de investigación. En esta ardua tarea las universidades venezolanas ya han hecho significativos adelantos. Sin embargo, la presente crisis es un excelente escenario para que la extensión, además de exigir igualdad de condiciones, se plantee no concatenarse a proyectos y actividades estructurados sobre el deber ser ni con iniciativas individuales, segmentadas, aisladas y temporales. Por el contrario, es imprescindible que se institucionalice como un proceso regular y continuo de seres y saberes entre la universidad y la sociedad; que abarque los múltiples problemas confrontados en nuestro país, a fin de plantear alternativas de tratamiento y solución; y que se someta a un minucioso proceso de seguimiento y evaluación para ponderar resultados, reforzar aciertos y corregir debilidades. 
      
Ángel Arístides Hernández Abreu . Ex Coordinador del Núcleo de Autoridades de Extensión,  Ex Vicerrector  de Extensión  y Ex-Rector de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) 

La Extensión Universitaria como objeto de estudio. 

La extensión universitaria, que por derecho propio debiera estar situada en el mismo nivel con la docencia y la investigación, ha sido subestimada por el desconocimiento de muchas de las potencialidades de su alcance. De tal manera que en la mayoría de las instituciones de educación superior, es considerada la función de menor relevancia y la menos privilegiada en cuanto a presupuesto y atención por parte de las autoridades académicas. Sin embargo, hoy en día, en diversos escenarios esta función es reconocida como una de los espacios críticos que debe influir en la conformación de la Educación Superior en el presente siglo, ya que su campo de acción y su impacto es mucho más amplio y complejo porque recibe aportes de todos los procesos  e interacciones que subyacen en la misma. Por ello, se hace necesario, propiciar  la discusión y reflexión en la comunidad universitaria a través de debates fundamentales sobre su misión, objetivos, alcances e importancia a fin de garantizar que el conocimiento que se genera en ella  incida en forma efectiva en los procesos sociales e institucionales contribuyendo de esta manera a desencadenar proyectos de pertinencia social y cultural. Con base a lo expuesto, es necesario continuar el debate de la extensión como un objeto de estudio en las universidades y con las comunidades.
Blanca Chacín (+) . UPEL. Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio. 

Extensión la función inacabada 
Resultado de imagen para Foto Eduardo Zuleta ULA MéridaAunque la situación que predomina en torno a la conceptualización y asunción de la FUNCIÓN DE EXTENSIÓN es la caracterizada por la ambigüedad y confusión, no obstante, entre los que procuran superar esto último señalado tiende a predominar un consenso en cuanto a concebirla y estimarla como esencial para la “reconquista” del “papel rector” de la universidad en la comunidad nacional, regional y local. Esto, motivado a que muy a pesar del “crecimiento” (mas no del “desarrollo”) de Venezuela luego del “boom petrolero” de los años 70, y de la propia universidad, ésta y la sociedad en general se han distanciado sensiblemente cada vez más.  Realidad que ha condicionado que el problema universitario actual, en cuanto al no cumplimiento de su “misión social”, hace de la EXTENSIÓN LA FUNCIÓN INACABADA. Ya que, sin duda, por la razón de que la universidad ha estado parcialmente presente en el proceso de mejoramiento de lo económico-político y de lo cultural-educativo, no ha incidido en la transformación cualitativa de la situación vigente en nuestra sociedad y en la misma universidad. Por lo que el reto mayor que se plantea es, por tanto, configurar una nueva visión y misión de la EXTENSIÓN, para vencer el freno de ser mejores con autenticidad e involucrarnos en la gran lucha entre la vida y la creación y la muerte y la destrucción. En otros términos, el desafío está en abordar el tratamiento de revisión de la visión y misión de cara a los retos y demandas del Tercer Milenio y del XXI, a través de recuperar sin demoras o prórrogas éticamente injustificables, el “espíritu” rebelde y de transformación presente en el “Manifiesto de Córdoba” (Argentina, 1918), ensayado para originar profundos cambios en la universidad de corte colonial, detenida en el tiempo, que predominaba en la “América Mestiza”.

Eduardo Zuleta .  Ex director de Cultura y Extensión de la ULA


El objeto material de la investigación en extensión

El investigador imbuido en procesos de indagación, innovación, exploración en Extensión Universitaria, no sólo estudia su objeto material (la cosa que desea estudiar) que responde a la pregunta: sino que cuenta con un objeto formal del que se apropia de las ciencias sociales, a través de los métodos de las ciencias sociales. Esto comparte el punto de vista desde el cual se estudia la materia, el fenómeno y las  causas que originan un problema. Por ello, a mi juicio, la pregunta pertinente a realizar es: ¿Cuáles son las cosas, las materias, que constituyen el objeto material de la investigación en extensión?, ya que la pregunta sobre el objeto formal no refiere duda alguna, a la cual las mismas ciencias sociales y sus métodos nos las responden con claridad meridiana. Sin duda, la investigación en extensión, es un conocimiento que desde un principio por sus características puede ser clasificado como científico soportado a la luz de la razón y la facultad del entendimiento


Sin duda, la investigación en extensión, es un conocimiento que desde un principio por sus características puede ser clasificado como científico soportado a la luz de la razón y la facultad del entendimiento, por lo cual nos quedaría responder otra pregunta: ¿Cuál sería el contexto del orden de la investigación en extensión? Aunque en las diferentes discusiones realizadas en el GINEx tienden a prefijar o refijar o interpretar que es el espacio específico de la Universidad Nacional Abierta (UNA) con círculos concéntricos expansivos hacia lo externo. Nuestra UNA se encuentra diseminada en la extensión territorial de la geopolítica de la nación y del país. Podríamos parafrasear: es un contexto desigual y combinado conforme a núcleos humanos de una sociedad “global” fragmentada por la regionalización que ha consolidado experiencias muy particulares que influyen en la interpretación del ser nacional y del mundo de la  vida, regidas por normas y leyes particulares producto de las  asociaciones de tales comunidades, para formar unidades o cuerpos de conocimiento agrupados en un mismo sentido. Pese a lo expuesto, es necesario reflexionar acerca de si la investigación en extensión podría constituirse en un futuro en una rama o una ciencia o en parte de una ciencia particular rectora con principios generales o causas que puedan normar la actividad científica a través de un código ético, sustentada en la lógica de las ciencias sociales, obviando (o minimizando) la perennidad de la presentación de los hechos, o resaltando la noción evolutiva con principios básicos sobre conocimientos filosóficos, epistemológicos, sociológicos, metodológicos, ontológicos, etc. sustentados en la lógica de las ciencias, para la expresión de nuevas ideas que se derivan de actitudes respecto al mundo, y de influencias sociales históricas particulares

Eulices Rodríguez. Investigador del  Grupo de Investigación en Extensión Universitaria (GINEx) de la UNA



Extensión Universitaria. Un intercambio de Saberes

La extensión debe tener como objetivo la educación y la formación de conciencia social y de individuos con criterios propios. Cuando llevamos a una comunidad un bello concierto o le ofrecemos asesoría técnica, eso es difusión cultural; cuando los estudiantes y profesores de odontología van a una aldea o pueblo a arreglar dientes, o los de bioanálisis a tomar muestras de sangre, eso es una prestación de servicios. Pero cuando ésta va acompañada de una labor preventiva de enfermedades, cuando se conoce y se aprende cuál es la problemática de salud de esa comunidad, cuando hacemos saneamiento ambiental en común acuerdo con los habitantes de esa aldea o pueblo, allí estamos interactuando e intercambiando conocimientos con esa sociedad.


Tenemos que aprender mucho de la comunidad. No me gusta, por ejemplo, cuando se dice ‘vamos a hacer la toma cultural de Cacute’, como si la universidad fuera dueña del saber y pretendiera imponer ese conocimiento. En ese pueblo existe una sabiduría popular que los universitarios también vamos a asimilar. Ese conocimiento popular, bien procesado puede, inclusive, transformar algunos criterios que manejamos dentro de la institución. Extensión universitaria es educación, interacción y comunicación dialógica, donde la Universidad da y recibe de la comunidad y, actuando inteligentemente, de acuerdo con lo que se percibe, se puede modificar la docencia y la investigación, conforme a la realidad del entorno.

Cecilia Dager de Scorza. Investigadora y extensionista de la ULA 

Extensión función esencial 

Extensión es una función esencial de la Universidad que genera acciones y procesos a partir de las demandas de la comunidad intra, inter y extra universitaria, con la finalidad de producir y mantener interacciones de diversa índole y en diversas direcciones que contribuyen a promover y fomentar el conocimiento y el desarrollo cultural, a orientar la transformación de la sociedad y a mejorar continuamente las calidad de vida de sus integrantes. A la par de la docencia y la investigación, la extensión forma parte de la misión de las instituciones de educación superior. Por ello, las tres funciones, sin discriminación alguna, deben estar presentes en las políticas y estrategias de gestión de las universidades, apoyándose, interrelacionándose y enriqueciéndose recíprocamente. Resulta indispensable un currículum integral e integrador que lo propicie. Así como el desarrollo de acciones creativas, a través de la extensión, que lo autorregulen y lo potencien; haciéndolo dinámico, acorde a los actores sociales, a los tiempos y al contexto.        


Moraima Esteves.  Ex-Vicerrectora de Extensión UPEL, Ex-Coordinadora del Núcleo de Autoridades de Extensión CNU y actualmente  Vicerrectora de Investigación y Postgrado UPEL


El trasfondo de la Extensión es la Educación

Algunos autores y colegas extensionistas afirman que existe una debilidad reflexiva acerca de lo que
es Extensión Universitaria. Posiblemente no nos hemos percatado que los límites y naturaleza  de esta función trascienden los límites a donde la Universidad puede y quiere llegar con la docencia y la investigación.  Si esto es cierto, entonces conceptualizar la Extensión Universitaria es algo complejo y va más allá del simple hecho de darle un significado conceptual. Se trata de apropiarnos de las formas de cómo la Universidad se reconoce en la sociedad y así misma, como una institución social y como un bien ´público. Esto es más complejo de lo que imaginamos

Entonces ¿A que nos referimos cuando hablamos de Extensión Universitaria?. Luis Eduardo Leal, profesor de la UNA y extensionista,  planteaba en 1999  que hablar de Extensión Universitaria era referirnos a la mera descripción de experiencias que realizan las universidades para relacionarse con su entorno, tales como: cursos, talleres, actividades culturales, deportivas, artísticas, visitas a comunidades. Para ese momento, afirmó Leal que este hecho, respondía  a la débil teorización y conceptualización de esta función universitaria y a la ausencia de políticas de extensión en las universidades. Entonces nos re-preguntamos, si en el presente esta situación ha variado. Yo creo que no. Aun persiste “el rosario de actividades” para referirnos a la extensión universitaria, dejando a un lado el planteamiento que nos hacia Leal en ese momento  el trasfondo de este  asunto de querer definir la extensión  es la educación. Si el trasfondo del asunto extensionista es educación, entonces nos preguntamos ¿cómo y con qué estamos formando a nuestros estudiantes? y ¿qué estamos haciendo para que vuelquen su aprendizaje en las comunidades, donde viven, donde trabajan  ¿Por qué llegó una Ley de Servicio Comunitario a regular la presencia estudiantil en las comunidades?  Lo evidenciado: …es débil la teorización y conceptualización de esta función de la universidad y de seguro tal limitación contribuye a que en relación a las otras dos funciones: docencia e investigación, esta permanezca rezagada. En conclusión el debate sigue abierto.     

Teresita Pérez de Maza. Ex-coordinadora del Subprograma de Extensión de la UNA, Asesora Permanente del NAEx y Coordinadora del Grupo de Investigación en Extensión Universitaria de la UNA



El debate y reflexión acerca del pensamiento y obra de Paulo Freire. En el contexto de la X edición del Seminario de Teorías de la Enseñanza. Diciembre de 2017-Julio de 2018. 

Coordinación: profesor Aarom Oramas

REFLEXIONES DE LOS PARTICIPANTES   


Tucupita 01 de febrero del 2018

Apreciaciones de la 2da Carta Pedagógica de Paulo Freire
Centro Local Delta Amacuro,
Profesores: Edgar Abreu, Ana Brito,
Dignora Jiménez y Leslibeth Sucre

            La lectura reflexiva y el intercambio de ideas desde el conversatorio, permitió delinear de la Lectura de Freire: 
            El ser humano podrá cambiar las cosas, desde la postura que los seres no somos simples espectadores de la vida, si no que necesitamos romper paradigmas y descubrir que somos elementos de acción, que aún con nuestras circunstancias y en nuestro medio, contamos  con nuestras armas y tenemos la capacidad de cambiar las cosas.     
        Lo antes mencionado es posible, cuando el individuo posee una visión optimista de la vida, con rasgos motivadores, anclada en la creencia de que las cosas pueden cambiar, no solo apostando a sueños e ilusiones, sino con metas establecidas que serán condicionadas desde nuestras ideas de cambio y con nuestra voluntad creadora. 
            Los sueños no pueden ser quimeras,  no pueden formularse como imposibles, ni pueden verse como algo lejano, al contrario, los sueños deben ir de la mano de nuestras luchas, es decir, el sueño de un hombre debe ser una visión política, más no ideológica, pues representa aquello que deseamos transformar desde la justicia y la mejoría social. 
            Los sueños y los cambios, tienen posiciones encontradas, y se subyacen en una permanente lucha pues se presenta la resistencia al cambio, esa que sostiene el deseo de mantener el modo habitual de existir. Sin embargo, ante esto, Freire nos invita a dejar la pasividad total, nos invita a movilizarnos desde la visión de que la transformación y los cambios son para avanzar. 
            Es necesario evitar sumergirse en el comportamiento pasivo que puedan asumir las masas de nuestra sociedad, pues ello, representa el sublevar nuestra capacidad de pensar y discernir.             Las causas condicionantes de la fatalidad, que caracterizan algunos pueblos, parten de elementos, como: 
            a.- Huellas del pasado colonial, desde la tradición euro-centrista.
            b.- Complejo de inferioridad, que está arraigado en el estilo de crianza, que nos cercena la posibilidad de crecer como seres críticos. 
            Los causales emergen una reflexión en el seno del grupo de estudio, y evocan a Simón Rodríguez: Si, la América es original, toda su gente debe ser original; o inventamos o erramos. Ante lo dicho, ¿Estamos errando? Pues estamos haciendo copias de otros modelos de país, y estamos dejando de mostrar lo que somos.
            Ante lo mencionado, tomando a Freire es menester recordar sus expresiones referidas a la necesidad de transformar al mundo con el afán del cambio progresista, ese que involucra el cambio en la actitud del individuo, en el hogar, en las instituciones educativas, y por su puesto en nuestra cotidianidad. Solo así, realmente nos posicionaremos en una actitud progresista, esa que inicia desde el Yo.
            Desde esta postura, es que existe la posibilidad de romper paradigmas, ese de la actitud fatalista. La cual, a veces defendemos por creer que son entes superiores o sobrenaturales que nos las envían, y olvidamos que en nosotros existe una fuerza interior, catalogada como Fe, para algunos denominada: Voluntad.
            Ahora bien, si nuestra fe, está enfocada en que los cambios siempre son generados desde fuerzas exteriores a nosotros, entonces nuestras creencias están sustentadas en lo incierto, y esto genera seres inertes y desesperanzados. Sin embargo, si nuestra fe, esta apoyada en la capacidad creadora de cada uno de nosotros, los cambios que deseamos son posibles, aun cuando no sean instantáneos. 
            ¿Este cambio de creencias es posible? Pues sí, y una forma es la acción no solo de estimular nuestras potencialidades, desde nuestra fe en nosotros mismo; sino, desde la transformación de las generaciones, instaurando en nuestros hijos, una consciencia progresista y coherente. Esto constituye ser seres congruentes con nuestros discursos y las acciones, desde el apostolado del cambio. 
            Freire señala la Pedagogía como un elemento para la búsqueda de la redención. Esto es posible dejando atrás el ser como voluntarista inconsciente, y transformando al hombre en un existencialista consciente, para que renazca un  individuo con ganas de cambiar la realidad y con actitud de lucha. 
            Para lograr esto, es necesario establecer una Pedagogía de la Pregunta, con ella, es posible impulsar en las generaciones la actitud crítica, reflexiva, creativa e innovadora. Sumado a ello, debemos bloquear el autoritarismo en el aula, esa que hemos confundido con disciplina. Además es imperioso la educación centrada en lo humano, donde el individuo no solo se forme para las ciencias, sino para las artes, las letras y el humanismo. Formar desde la integralidad del ser. 
            El conclusivo de las ideas converge en: Somos sujetos históricos en presente en el mundo, desde la consciencia que existen fuerzas dominadoras, pero que su forma de condicionar al mundo dependerán de nuestras posturas, no de adaptarnos y dejar pasar, sino de tener una voluntad de lucha, de cambio y de transformación centradas en lo humano y en la búsqueda del bienestar común.

Leyendo a Paulo Freire: La esperanza. ¿Palabra hueca o de gran valor convocatorio?

Profesor Rubén Darío Guerrero M.
Centro Local Nueva Esparta
El texto referido de Freire- Pedagogía de la Esperanza- sin duda, es una apasionante invitación al creer en el cambio, a mirar la historia y sus procesos dialécticos, como terreno activo, participativo, esperanzador en el cual podemos hacer toda una convocatoria socio humanista para el cambio en nuestras complejas realidades. En este terreno de ideas, observamos cómo la palabra de Freire, palabra plural, dialógica, social, fraterna y contestataria da realce a fomentar, romper con paradigmas de ideas que se centran en el determinismo y en una visión de mundo acabada, sin sentido, detenida y sin la más mera posibilidad de cambio. Asistimos a toda una Epistemología que cruza terrenos en franco enfrentamiento y disenso, en los que sobresale el deseo de cambiar la vida en nuestros pueblos y esas visiones fatalistas, manipuladas hábilmente desde el terreno ideológico de la Derecha, para las que no ofrecen la mera posibilidad de un cambio, de una buena nueva... Sin embargo, el texto plantea que esta situación por estar alimentada de mucha esperanza no deja de ser compleja, pues nuestras realidades así lo son. Esta carta debe ser una lectura obligatoria para todos aquellos que creemos en un mundo mejor posible y, para quienes, desde diversos roles sociales, se han trazado la meta de conjugar mejores días en los que el hombre, el niño, la mujer, los excluidos de todo tipo, puedan y deseen luchar por nuevos amaneceres. Hermosa propuesta pues, desde mi punto de vista, también nos invita a cuestionar verdades inmutables sobre postulados ideológicos tanto de un lado como del otro, en el que el conformismo y la lucha por el poder, empañan fraternos ideales, es decir, todo debe revisarse en función del momento histórico y de sus retos. Nuestro país, ahora, vive esa contradicción y desde ese contexto, revisar dicho texto, nos ofrecerá todo un marco de ideas e imágenes para la reflexión en procura de salidas en las que todos podamos vernos con días hermosos y con la esperanza en la todos podamos ser parte de un país para el que soñar y trabajar sean, no sea un mero eslogan para activar campañas políticas sino para convivir en sociedades más fraternas y humanamente posibles. 

La Educación como práctica de la libertad

Reflexiones conscientes
Profesora Karla España
Centro Local Nueva Esparta

​Leer a Freire es, en definitiva,  adentrarse  a degustar su consciencia elevada​. Lo observado desde su tiempo, en su contexto, en la sociedad brasileña -no muy diferenciada del resto del contexto latinoamericano de la época- no estaba a la vista de muchos. Su ideario de la educación como "práctica de la libertad", encierra  una convicción anidada con mágica fuerza a una intención que declara en su obra hasta la saciedad.
Educar es hacer libres a otros, así lo expresa, induciendo la reflexiva hipótesis: entonces en, en sí misma, una forma de vivir y dejar vivir, desde el ejercicio consciente de la praxis reflexiva que pretende accionar para transformar el mundo.
 Freire nos revela que el hombre fue creado para comunicarse con otros hombres. De esta manera, lo define como ser social: nace inmerso en la vida de otros, impacta la vida de otros. Desde esta mirada sobre lo que la vida implica, no queda duda del por qué nos sugiere renunciar al monólogo para recibir al diálogo, renunciar al adictivo deseo por dirigir, para disponerse a orientar.
Esta mirada está sustentada sobre pilares robustos. Los valores que profesa su impactante teoría, se inspiran en la libertad, en la justicia, en la igualdad; valores que, en sus propias palabras "encarnan la realidad de quien los pronuncian e inducen el creer”. En este sentido, Freire fija como objeto de estudio “la realidad”.
Paulo cuestiona la concepción ingenua sobre la alfabetización, la que no le otorga al proceso una cualidad humana. Esa que profundiza en lo humano porque reconoce en la palabra su poder mágico, su chispa transformadora, su cualidad integradora de las sociedades, su propiedad reveladora de la realidad que subyace en una dimensión paralela, que solo se materializa ante la consciencia despierta.
Despertar la consciencia es la metamorfosis del pensamiento en la acción justiciera, reflexiva e inmersa en un contexto que se observa, se siente, se padece. En definitiva, Freire nos despierta y con el paso de los años, leerlo es reencontrarse a sí mismo. Es entender que, en este comprometido rol que ejercemos, diferenciar al educando del educador es impregnarse de irrealidad.
No somos dadores, donadores de oficio, que hacemos depósitos bancarizados de conocimiento en las cuentas de otros descapitalizados. Despertar la consciencia, según Freire es reconocer que no hay fronteras entre el disciplinar y el disciplinado, entre el que habla y el que escucha, entre el que deposita y el que cobra.
Nadie educa a nadie. Nos educamos solos. Nos sumergimos en la realidad y catalizamos nuestras propias y genuinas asociaciones. Lo que resulta nos es propio, único e irrepetible.
Desde aquella sociedad Brasileña inspiró a Freire, aquella sociedad en transición, que aún transita hacia el despertar, como toda la América transeúnte, Freire nos advertía que alfabetizar desde la consciencia despierta, nos presenta ante el mundo como seres interrelacionados por contactos espirituales, mentales, corpóreos que deciden trascender desde la unión con el creador, que es la única alternativa de regresar al origen, a la fuente, al divino momento cuando éramos uno solo. 

Pedagogía del Oprimido: Nadie libera a nadie, ni se libera solo. Los hombres se liberan en comunión. 

Profesora Carmen María Barroeta 

 . 1. Reseña de la Obra 

Con un estilo de ensayo aproximativo dialogal, Freire nos ofrece, a tres años de su exilio, (1969) toda una obra sobre la verdadera pedagogía, es un llamado a nuestra condicion humana, a nuestro accionar en el marco del humanismo, y  a nuestra contribución a la humanizacion de los otros y de nosotros mismos a través de la educación.
En lineas generales, la obra se fundamenta en el binomio humanismo – deshumanización y està permeada, de principio a fin, por la reflexión ontológica y filosófica a partir de la discusiòn crítica de valores, y su problematización desde el punto de vista tanto, de los oprimidos como de los opresores. La humanización como vocación de hombre y su contrario y la deshumanización como vocación negada, son temas fundamentales en el libro.
La deshumanización como estado de distorsión, en palabras del autor, no solo se verifica en aquellos que fueron despojados de su humanidad sino tambien, aunque de manera diferente, en los que a ellos despojan (p. 32). Por tanto, la liberación que se propone, atañe y beneficia tanto a opresores como a oprimidos. Pero he aquí lo interesante de la propuesta freireana, el rol protagónico de los oprimidos que, al liberarse a sí mismos, liberan a los opresores. 
En este aspecto ya se vislumbra una clara concepción de hombre, para Freire el hombre necesario es el Hombre Radical. En el ensayo Pedagogía del Oprimido, emejer las características de ese hombre radical entre las que se destacan las  siguientes: 1- no teme al diálogo; 2- no se siente librerador de los oprimidos; 3- se inserta en la realidad, la conoce y la transforma; 4- no se siente dueño del tiempo ni la verdad; 5- no se sectariza (recordemos que para el autor la sectarización es opuesta a la radicalización) y 6- no admite términos medios. En este orden de ideas, la concepcion de hombre propuesta por Freire se corresponde con un sujeto que  atiende el llamado al amor, al compromiso y a alejarse la tibiesa.
Por otra parte y, en opinión del pedagogo Brasileño, el hombre radical debe tener sumo cuidado de no asumir posturas sectarias, la Sectarización en el mundo freireano es lo contrario a la Radicalización. La Sectarizacion es castradora, fanática, mística; la Radicalización es creadora, crítica y libreradora. Y en palabras del autor, la inicie quien la inicie, la sectarización es un obstáculo para la emancipación de los hombres. (p. 24).
La concepción de "destino" que emerge de la obra difiere de  las acepciones generalmente aceptadas. Freire deslastra al Destino de su condición de algo prefijado, establecido; tal vez esta concepción socialmente aceptada responda a corrientes religiosas que proponen a un Dios supremo forjador de nuestro Destino; en cambio Freire lo presenta como algo para ser construido, no recibido; algo para ser creado en colectivo, no individualmente.
 La concepción freireana de Destino va íntimamente relacionada con la visión de la historia que manejan los personajes de esta obra, a saber: los Reaccionarios y los Radicales,  los de derecha y los de izquierda. Los primeros defienden el retorno al pasado, los segundos desean instaurar el futuro. Para los primeros el pasado y el hoy son inmutables, para los segundos el futuro está prefijado. Para Freire, ambas concepciones responden a: en primer lugar, una actitud Sectaria, opuesta  a la actitud Reaccionaria que aupa el autor; en segundo lugar, a  falsas visiones de la historia que niegan la práctica de la librertad, al despojar al sujeto de su rol protagónico en la historia, forjador de su destino y  su libertad.
 De la mano a la concepción de "destino", se encuentra la concepción de "verdad";  al respecto el autor nos alerta sobre la concepción reaccionaria  de la Verdad  (la cual se asemeja a una mercancía, algo que pertenece, que es propio), en contraste, Freire la deslastra de esa cosificación y propone que en esencia la "verdad" no está establecida; la Verdad es construcción colectiva; la Verdad es lucha, riezgo y aprendizaje; la Verdad en el mundo freireano es Libertad.
 Pero, Pedagogía del Oprimido es una obra sobre Educación. La concepción de educación que propone el autor tiene que ver con la  acción de liberar, liberar a través de la praxis y la conciencia, que son conceptos esencialmente  vinculados y necesarios para que esta acción emancipadora se lleve a cabo. Sin embargo, de manera independiente cada uno no consigue el propósito emancipador, praxis sin conciencia no libera y solo se puede ser libre con el otro.
Así pues, Pedagogía del Oprimido versa sobre la liberación de los hombres, acerca del diálogo, el pensamiento y la actitud crítica como condiciones para el logro de esa libertad. Pero sobre todo, es una obra acerca de la Esperanza, la Humildad y el Amor, en mayúsculas, como prácticas necesarias para su conquista.  

2. La concepción de  hombre 

La concepción de hombre  que emerge de la pedagogía freireana, se corresponde con un hombre radical, conciente o concienciado, Inserto activa y no pasiva o tibiamente en su realidad, constructor de la verdad. En ultima instancia un hombre nuevo un hombre libre. La pedagogía del oprimido tiene un reto, luchar con la concepción de hombre opresor que no solo radica y vive en esta figura sino en la conciencia del oprimido. Es por ello que el autor nos hace una  advertencia fundamental,…los oprimidos tienen en su opresor su testimonio de hombre… p 36. El propósito fundamental de la pedagogía freireana es la formación de hombres libres pero esencialmente humanos. El fin ultimo de la pedagogía de freireana es la liberación y la liberación es un parto, el hombre que nace de el es un hombre nuevo, hombre  que solo es viable  en y por la superación de la contradicción opresores – oprimidos que, en ultima instancia m, es la liberación de todos. p 39
 En relación a su fundamento sociológico, Freire propone una pedagogía para una sociedad humanista (libre y justa), pero con base en el pleno reconocimiento de la distorsión en la cual la sociedad actual esta sumida, distorsión que deshumaniza (en cuanto es una sociedad de injusticia, explotación, violencia y opresión) y niega la vocación natural del hombre que es  su humanización (p.32).
 La conciencia de ser oprimidos es el primer estadio en el marco de una pedagogía liberadora o pedagogía del oprimido. Implica la concienciación pero una conciencia critica que  se despoja  de la conciencia opresora( p. 37), es por ello que, la pedagogía del oprimido,  que es pedagogía liberadora,  no puede ser elaborada por los opresores,  es un instrumento para el descubrimiento critico de tener alojado al opresor en el interior de los oprimidos (p.35)
 La pedagogía del oprimido debe ser elaborada con él y no para él (p. 34) implica, entre otras cosas,  ejercer  el poder político y social por parte de los que son objetos de esta pedagogía. Sería una contradicción que esta pedagogía sea practicada por los opresores (p. 47).
 De la lectura de la obra pueden desprenderse aspectos que apuntan hacia  una didáctica, entre esos aspectos, parece importante resaltar la siguiente cita.  ninguna pedagogía realmente liberadora puede  mantenerse distante de los oprimidos, vale decir, hacer de ellos seres desdichados, objetos de un tratamiento humanitarista, para intentar, a través de ejemplos sacados de los opresores, la elaboración de  modelos para su “promoción”. Los oprimidos han de ser ejemplo de si mismos (p. 46). 




Liberarse a si mismos y liberar los opresores 
Mis comentarios sobre la obra de Paulo Freire 

Profesora Teresita Pérez de Maza

En primer lugar, quiero aclarar que he superado la posibilidad de alguna posición sectaria que pudiera provocar la lectura de la obra, tal como Freire lo indicó en las páginas iniciales. En tal sentido, logré “ultrapasar” esa posición, para situarme en el “problema de la liberación”: LIBERARSE A SI MISMOS Y LIBERAR A LOS OPRESORES- la gran tarea de los oprimidos-asunto que considero fundamental para abordar el significado epistémico de la Pedagogía de Oprimido. Creo que como participantes,  daremos cuenta de esto durante todo el Seminario, o probablemente sea un aspecto inconcluso por la envergadura que representa.    
La libertad es una búsqueda permanente y responsable de quien está en el acto de liberarse. No se trata de tener libertad “para ser libre”, se trata de un proceso más complejo, una vez que el oprimido introyectó la sombra de los opresores, algo tiene que ocurrir en su ser. Esto implica expulsar esa sombra de la conciencia para conquistar la libertad, proceso que está cargado de una historicidad dialéctica.  De allí que Freire, procura un símil de la libertad con un parto doloroso, que expulsa a un “hombre nuevo”, que tal como él lo califica no es “ni opresor”,  “ni oprimido”, es un “hombre liberándose”. Por tanto la concepción de la libertad freiriana describe el fin último de la pedagogía del oprimido, lo que me permite deducir: “un nuevo educando” y un “nuevo educador” que en comunión se liberan.
Ahora bien, ¿Cómo puede el educador y el educando liberarse al mismo tiempo (es decir en comunión)? Una de las tantas respuestas que ofrece la obra de Freire está en el encuentro dialógico que ambos procuran para  “pronunciar en conjunto el mundo” (no se trata de una pronunciación de unos a otros). Pero este pronunciamiento ocurre cuando la acción entraña una reflexión y se alcanza un nivel superior en la que “los hombres llegan a una razón de la realidad”. Esta razón deviene de una lucha de contrarios: Conquista-Colaboración; División-Unión; Manipulación-Organización; Invasión Cultural-Síntesis Cultural. Por ello Freire, nos contrapone la antidialogicidad y la dialogicidad, en el camino del parto de un hombre nuevo.  
 De lo anterior deduzco que la teoría freiriana de la acción dialógica, representa una meta-teoría. Indico esta deducción al descifrar lo que Freire nos quiere expresar con que “somos seres práxicos”, lo que deviene en una “teoría del quehacer” en la que la acción-reflexión y la reflexión-acción, se dan simultáneamente. Esta teoría resulta a su vez en “la teoría de la acción revolucionaria”, cuando la acción-reflexión-acción-reflexión, devela la realidad que debe ser transformada para conquistar la liberación como un proceso permanente.    
Entonces, Qué método nos proporciona la Macro Teoría de la Acción Dialógica? Resultaría obvio indicar que se trata del  “método dialógico”. Me atrevo a expresar que tal obviedad no es tal. Resulta que el método dialógico, debería (o debe) conducir a un aprendizaje dialógico, más allá del reconocimiento mutuo educador- educando. Si somos seres praxicos, somos seres reflexivos. Entonces elevamos nuestra acción a seres dialógicos, y cuando esto ocurre el diálogo concluye en un aprendizaje.   








2 comentarios:

  1. Sobre el término “extendámonos”
    Una reflexión sustentada en la naturaleza de la praxis vivencial, de
    Teresita Pérez de Maza

    He leído con detenimiento las opiniones que se han dado en este Blog sobre la Extensión Universitaria, su importancia y alcance, expuestos muchas veces de la visión de los conceptos de un pensamiento crítico. No dudo de las diferentes visiones, a las cuales habría que analizar desde dentro para reconocer sus fundamentos teórico-prácticos, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, en este momento, me referiré al término Extendámonos, propuesto por la Dra. Teresita Pérez de Maza. No obstante, refiero que es mi primer acercamiento a este documento, pero que volveré luego a opinar en una próxima oportunidad. Pienso que se está proponiendo una nueva visión de la Extensión no limitada al quehacer universitario. Es decir, una epistemología de ver la extensión en cualquier ámbito: universidad, escuelas, liceos, fábricas, consejos comunales, etc. con base, presumo, hacia el perfil de una nueva visión sociológica dela extensión, donde cuantos participen en ella, sean los protagonistas (acción participativa). Se está proponiendo una visión contra la educación neoliberal, y coloca en el debate la toma de conciencia sobre las diferencias humanas, sociales, sexuales, etc. También este documento obliga a tomar en cuenta los fundamentos de la enseñanza para la democracia, el debate de la inmigración y sus efectos y la necesidad de reconocer una sociedad en riesgo, como el que vivimos en este momento de Pandemia. Pienso que de acuerdo a lo planteado en la connotación de "Extendámonos" se encuentra imbuida lo que significa pensar desde América Latina. Al respecto, recomiendo la Lectura de la obra de Juan José Bautista (2015), ¿Qué significa pensar desde América Latina? Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Cultura, que fue Premio LIBERTADOR al Pensamiento CRITICO 2014. Solamente como referencia para entrar al debate, que propongo vía on line a la Profa. Teresita, para ir reconociéndonos y extendiéndonos desde el pensamiento latinoamericano. Otro elemento importante es el de los derechos humanos en la educación. Ahora, después de haber leído las diferentes opiniones, me pregunto: ¿es posible reconocer el fundamento de los discursos expuestos respecto a la Extensión? ¿Son posiciones basadas en los principios conceptuales de la modernidad, de una nueva modernidad, de la transmodernidad o posmodernidad?
    Volviendo al planteamiento de la profesora, pienso que es recursivo, y permite plantear el debate hacia una nueva visión de la Sociología de la Educación en la Extensión. Esperamos respuestas. Saludos.
    Eulices Rodríguez

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    1. Buen día profesor Eulices ...desde hace mucho tiempo he palpado que estamos frente a una nueva forma de concebir la Extensión ... y resulta lógico en el devenir de los hechos ...Cuando estas en contacto con otros, cuando otros que no son universitarios participan del hecho educativo que se pretende realizar en sus comunidades, ejercen su voz y es en ese ejercicio democrático del reconocimiento del otro que la Extensión deja de apedillarse como Universitaria y pasa por un proceso donde se extiende de tal manera que se trata de la Extensión de la Extensión. Ahora bien si estamos frente a una nueva sociología de la Extensión eso está por verse aún resulta prematuro por cuanto el debate epistemológico apenas comienza y no se han escudriñado todas las aristas....entre ellas la de "la integralidad". Si nos situáramos en esta arista estaríamos posiblemente entrando a una fase de trans-modernidad . Saludos profesor

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